Bolardos flexibles, ¿son realmente seguros?

Los bolardos son elementos de la ciudad que suelen pasar desapercibidos entre viandantes y conductores e incluso, que no despiertan mucha simpatía entre estos últimos. Esto es debido a que muchos roces y abolladuras de los coches son resultado de estos elementos. Además, también pueden suponer un peligro para peatones ante un impacto, por su extremada rigidez.

Así nació la idea de crear una pilona flexible, que cumpliera la intención de evitar el paso de vehículos y proteger a las personas, a la vez que no resultara dañina para los mismos. Pero, ¿realmente esto es así? ¿Son estas pilonas realmente efectivas? ¿Cuáles son los daños que pueden causar? A continuación, daremos respuesta a esta y otras preguntas.

Tabla de contenidos

    ¿Qué es un bolardo flexible?

    Las pilonas y bolardos flexibles son un tipo de bolardos fabricados de poliuretano, en vez de granito, metal u otros materiales pesados de los que suelen estar hechos tradicionalmente los bolardos. Se caracterizan por poder resistir impactos de gran intensidad sin romperse, de manera que en un principio ceden al golpe, pero, cuando el vehículo retrocede, recuperan su estado y posición iniciales.

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    Características técnicas de los bolardos de poliuretano

    El material con que se fabrica este tipo de bolardo de seguridad ha de cumplir unas determinadas condiciones que aseguran su efectividad. Están fabricados con poliuretano de alta calidad,  que ofrece un grado de resistencia superior a los golpes. Además, también es resistente a la intemperie, específicamente a los rayos UV y a las altas temperaturas, pudiendo llegar a soportar un rango de entre -60 y 80°C. Todas estas características hace que el bolardo flexible requiera mucho menos mantenimiento que una pilona convencional.

    También son más fáciles de instalar que otro tipo de bolardos. Los bolardos flexibles ya vienen definidos de fábrica, solo necesitan cuatro tornillos expansivos y no hace falta tomar medidas para instalarlos. Solo es necesario marcar y taladrar el suelo.

    ¿En qué se diferencian estos bolardos de los no flexibles?

    Puede parecer que estos elementos son menos resistentes que los de piedra o hierro, pero nada más lejos de la realidad. Cuando un coche impacta con ellos e intenta sobrepasarlos, ceden, pero provocan daños importantes en la parte inferior del vehículo. Esto significa que, ante un choque accidental, los daños provocados son mínimos o inexistentes, pero que, ante un choque con la intención de acceder a un área peatonal o delimitada, como un intento de atropello o acto de terrorismo, el coche quedará potencialmente inutilizado.

    Existen, sin embargo, otras características que hacen de este bolardo flexible una solución óptima en seguridad urbana:

    1. Al ser flexibles, recuperan su verticalidad por completo después de una colisión.
    2. Además de su capacidad de volver al estado inicial, son mucho más resistentes que los bolardos de plástico o de fibra de vidrio, gracias a que tienen mejor capacidad para soportar los daños provocados por el tiempo y no se agrietan o rompen.
    3. Permiten el paso de vehículos de emergencia a zonas peatonales, ya que estos suelen ser más altos que un utilitario convencional.
    4. Son más seguros ante una caída o un impacto por parte de un peatón o un ciclista. Los bolardos de metal o piedra pueden provocar lesiones severas. En cambio, estos ceden y no provocan daños serios.
    5. Como decíamos, gracias a su resistencia, son más durables y no necesitan tanto mantenimiento como un bolardo convencional. Esto los hace también más sostenibles.
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    Tipos de bolardos flexibles

    Con el fin de que se adecúen a los diferentes espacios públicos y sus usos, hay tres tipos de estos bolardos:

    1. Bolardos de poliuretano fijos: estas pilonas se encuentran instalados en espacios públicos o privados con el fin de delimitar vías de circulación, lugares de aparcamiento o sencillamente, para proteger espacios que no son autorizados al paso de vehículos. Estos pueden ser ayuntamientos, parques, calles peatonales, etc.
    2. Bolardos de poliuretano desmontables: también conocidos como extraíbles, ya que pueden retirarse cuando así se requiera.  Funcionan mediante una llave de desbloqueo y tienen una tapa de cierre fijada en la base alojamiento con cierre que se acciona con una llave especial. Así, se evita que la vaina se abra accidentalmente cuando no hay pilona. La tapa debe ser lisa para evitar que tropiecen los peatones.
    3. Bolardos de poliuretano automáticos: estos bolardos tienen la misma función que los extraíbles, es decir, desaparecer cuando no son necesarios. La diferencia es que no necesitan llave, sino que se ocultan en el suelo de manera automática mediante mecanismos de motorización. Así, son capaces de desaparecer y aparecer en unos segundos. Este proceso se puede regular mediante mandos a distancia, tarjetas de proximidad, teclados numéricos o controles horarios.

    Normativas que deben cumplir los bolardos de seguridad

    Al ser elementos de seguridad urbana, los bolardos flexibles tienen que adaptarse a las normativas que vienen reguladas por el Real Decreto 505/2007, de 20 de abril y la Orden VIV/561/2010, de 1 de febrero, que establece que:

    1. Si se encuentran en áreas peatonales deben medir entre 75 y 90 cm.
    2. Su diámetro (es decir, la anchura), debe ser, como mínimo, de 10 cm y deben tener una forma redondeada y sin aristas.
    3. El color de los bolardos debe contrastar con el pavimento en toda la pieza o, al menos, en su tramo superior, para así ser visibles en horas nocturnas.
    4. Han de disponerse de forma alineada y nunca deben invadir las zonas peatonales accesibles, ni reducir su anchura en los cruces u otros puntos del recorrido.

    Qué diferencia a nuestros bolardos de los de otros fabricantes

    Contamos con más de 25 años de experiencia, y nos dedicamos exclusivamente a la fabricación de pilonas y bolardos de seguridad. Así, conocemos profundamente el sector y fabricamos únicamente elementos con la máxima garantía de calidad.

    Además, nuestros bolardos son 100 % reciclables. En su composición incluyen un compuesto químico exclusivo, resultado de un proceso de I+D, que los hace sostenibles y que asegura la máxima resistencia, flexibilidad y seguridad.

    Nuestros bolardos ya se encuentran en multitud de ciudades europeas como Anglet (Francia), donde hemos delimitado el carril bici y hemos conseguido disminuir la gravedad de las caídas de sus usuarios. En Lugano (Suiza), donde los bolardos de poliuretano fueron de gran ayuda debido a las frías temperaturas que hay en invierno. También en Turín (Italia), donde los peatones y vehículos de motor pueden compartir la misma calzada sin peligro o en Ontario (Canadá) donde nuestros bolardos evitan que los vehículos puedan acceder a la zona comercial.

    Y es que el bolardo flexible no solo es un elemento completamente seguro, sino que es una apuesta por las ciudades sostenibles e inclusivas. Si te interesa lo que te hemos contado, en nuestra web podrás encontrar más detalles sobre nuestros modelos de pilona flexible. ¡No dudes en contactarnos!

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