De los primeros bolardos a la pilona flexible: pasado, presente y futuro de los bolardos

Los bolardos (término procedente de la palabra inglesa bollard) define un poste vertical, corto y resistente que se usa para proteger el perímetro de la zona peatonal o de un edificio. Sea cual sea su ubicación, un bolardo de seguridad está diseñado para delimitar un área a la que los vehículos no pueden acceder y evitar su intrusión. La evolución de este elemento, indispensable hoy en día, es notoria. Desde los viejos postes de madera que servían para este propósito hasta la pilona flexible que se utiliza en la actualidad, han ido sucediéndose diversas innovaciones que han incrementado su funcionalidad. En los próximos apartados, analizamos su pasado, su presente y su futuro.

Tabla de contenidos

    Los bolardos a lo largo de la historia

    Aunque pueden parecer un invento moderno para un problema antiguo, la verdad es que la idea de los bolardos ha existido durante más de 200 años. Ya en el siglo XVII, los viejos cañones se usaban a menudo como bolardos en los muelles para ayudar a amarrar los barcos. El cañón se enterraba en el suelo con la boca hacia abajo, dejando la parte trasera sobresaliendo del suelo. Los bolardos del siglo XIX, en muchos casos, heredaron su forma característica. Por otro lado, está bien documentado que ya se usaban bolardos en la urbe de Waltham Cross (en el condado de Hertfordshire, Inglaterra).

    El uso de bolardos también ha ido evolucionando. A principios de 1800, los residentes de Ámsterdam se encontraban sin bordillos ni protección de ningún tipo en las entradas de sus viviendas. Comenzaron a instalar bolardos de hierro fundido frente a casas y negocios para evitar los daños provocados por el tráfico de carruajes. Esto inició una tendencia en toda la ciudad, y se comenzaron a colocar bolardos para identificar más claramente los pasos peatonales. En nuestros días, el bolardo flexible de poliuretano, como el que fabricamos en FCI Urban, es la norma en aparcamientos, ya que también se tiene en cuenta el nivel de daños que sufre el vehículo. Al impactar, este se deforma y recupera su forma una vez el coche deja de ejercer presión.

    A fines de la década de 1880, con la irrupción de los vehículos a motor, más pesados y potentes que un caballo y un carruaje, los bolardos tuvieron que adaptarse. Los postes de hierro fundido instalados en patios y frentes comerciales ya no eran lo suficientemente fuertes para protegerse del peso de un automóvil. A medida que cambiaron los tiempos, también lo hicieron los bolardos, pero siempre han mantenido su función de protección frente a los accidentes de tráfico.

    Pilonas y bolardos: ¿son lo mismo?

    Aunque, en términos generales, pilonas y bolardos son lo mismo y las diferencias solo son conceptuales, algunos usos le otorgan a la pilona unas características diferenciales propias, como son su mayor altura y menor diámetro.

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    Algunos usos de los bolardos

    Ahondamos, a continuación, en algunas aplicaciones de las pilonas en la actualidad:

    · Guías para peatones. Estos bolardos están pensados para trazar un carril que se ha asignado para caminar. Igualmente, ayudan a mantener el tráfico fuera de esos espacios.

    · Bolardos de seguridad. Se utilizan para proteger a los peatones o a otros usuarios, como ciclistas, de colisiones graves a velocidad media. Son más robustos y están pensados para absorber toda la inercia en caso de pérdida del control del vehículo.

    · Protección de activos. Este modelo se instala ante escaparates de tiendas, esquinas de edificios, unidades de refrigeración o cajeros automáticos, entre otros. Su objetivo es proteger ante colisiones que puedan dañar estos elementos, cuyo valor económico suele ser elevado en relación con el coste de los propios bolardos.

    · Seguridad y protección de bicicletas. Este tipo de bolardos están concebidos para zonas en las que coexiste el tráfico de ciclistas con el de vehículos a motor y en las que un coche puede arrollar a una bicicleta o a varias de manera accidental.

    Pilona SMART: el futuro de los bolardos

    El bolardo SMART de FCI Urban es el futuro de los bolardos. Es el resultado de años de investigación por parte de nuestro departamento de I+D. Su principal característica, y lo que lo distingue de otras alternativas, es su sistema de señalización autónomo. Su principal objetivo es detectar y alertar del paso de un vehículo a motor o bicicleta o de un peatón en zonas en las que la visibilidad es reducida.

    Además, nuestro modelo SMART es capaz de integrarse con sensores de recogida de datos meteorológicos o de circulación, como volumen de datos y tecnologías big data. De este modo, supone una opción diseñada para desempeñarse en un futuro donde los datos definirán la funcionalidad de los elementos del mobiliario urbano.

    Al igual que los bolardos de poliuretano que se comercializan desde hace algunos años, la pilona inteligente es flexible y resistente a los daños, al clima y al paso del tiempo. Con un peso de tan solo 3 kg, es capaz de soportar hasta 15 impactos de un vehículo de unos 1500 kilos.

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    Sistema SMART

    Los elementos de la pilona SMART que favorecen la detección de una intrusión en un perímetro delimitado son:

    · Un radar de detección, que puede ajustarse en función de la frecuencia de paso o del tipo de tráfico a controlar.

    · 1 pilona máster y hasta 99 pilonas esclavas. Se comunican mediante tecnología Bluetooth Low Energy.

    Cabe señalar, que los bolardos cuentan con un sistema de recarga que aprovecha la energía solar. No obstante, también pueden conectarse a la red eléctrica.

    En definitiva, la pilona flexible cumple una función imprescindible en estos tiempos. A lo largo de los años, los bolardos han ido perfeccionándose hasta llegar a la pilona inteligente. Así, al margen de proteger de atropellos y daños en edificios u otros elementos, ahora son recursos que facilitan la recogida de datos y alertan de manera automática a otros usuarios de la vía de la intrusión de un vehículo en una zona restringida a la circulación. Quién sabe qué otras innovaciones se darán en el futuro, lo que es seguro es que en FCI Urban seguiremos trabajando duro para liderar su desarrollo tecnológico.

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